“El Paraguay va a seguir creciendo, pero necesitamos un crecimiento económico más inclusivo”, enfatizó Mario Abdo Benítez quien asumió el 15 de agosto pasado el cargo de Presidente de la República por el periodo 2018-2023.
Afirmo que “Llegó la oportunidad de demostrar a nuestra gente de que se puede hacer bien las cosas. El Paraguay va a seguir creciendo, pero necesitamos un crecimiento económico más inclusivo, sacarle a nuestra gente de la pobreza, disminuir el desempleo, una movilidad social ascendente y solamente la cultura del trabajo será el camino. A la pobreza la vamos a derrotar con trabajo”.
Aseguró a renglón seguido que ese crecimiento debe traducirse en oportunidades para que el pueblo progrese y prospere. Agregó en debemos hacerlo “Sin caer en populismos, retóricas vacías, ni proyectos demagógicos sino con esfuerzo y trabajo”.
En ese contexto, se refirió a los pueblos indígenas, asegurando que ocuparán un lugar especial. “Es hora de que el Estado asegure mejores condiciones de vida para ellos, que son los habitantes ancestrales en estas tierras”, subrayó.
“Aceptemos que muchas veces la mejor idea quizás no sea la nuestra, pero es la que la mayoría decidió y aceptó, y eso es vivir en democracia, donde cada uno defienda su posición, con respeto, pero que también asuma su responsabilidad”, precisó
Instó a construir desde el disenso. “En una democracia más madura, donde las instituciones sean más fuertes, con poderes autónomos, independientes, sin intromisiones y una justicia pronta y valiente”, recalcó.
“La impunidad es el cáncer a vencer, o ¿Cuánto tiempo más podrá aguantar nuestro pueblo una justicia implacable, rígida para los ciudadanos más humildes y complaciente, cómplice para los que tienen influencia?”, manifestó igualmente.
Expresó que “El ciudadano paraguayo despertó, su voz retumba en nuestras calles. Y piden que hagamos frente a la corrupción, a la impunidad, y es nuestra obligación escuchar esas voces, y no ser indiferentes a los reclamos justos. Es nuestra oportunidad de transformar esa indignación en esperanza y que la abracemos”.