Para encarar políticas públicas que den respuesta efectiva en la lucha contra la pobreza es necesario entender sus múltiples dimensiones. Al respecto, Flavia Sacco profesional de la Secretaría Técnica de Planificación del Desarrollo Económico y Social realizó un curso de Análisis de la Pobreza Multidimensional, organizado por la Universidad de Oxford y compartió su experiencia con los funcionarios de la institución.
En la actualidad, hay un consenso en cuanto a que la pobreza tiene diferentes dimensiones interrelacionadas, y no consiste únicamente en una situación surgida por el ingreso de las personas. La pobreza es la condición en la cual una persona no satisface sus necesidades básicas, y no siempre esto se resuelve aumentando sus ingresos monetarios.
Las personas en situación de pobreza no tienen acceso a infraestructura básica como caminos, transporte y agua potable, también tienen acceso limitado a educación y/o a servicios de salud de calidad, estos aspectos son parte de una realidad que no permite el desarrollo pleno del potencial de las personas.
Estas definiciones fueron parte del curso de Análisis de la Pobreza Multidimensional, organizado por la Universidad de Oxford en Washington, del cual Flavia Sacco, de la Dirección de Análisis Social de la STP participó.
Sacco explicó que de acuerdo a estudios, cuando se consulta a las personas en condición de pobreza sus mayores afecciones, raramente mencionan la falta de ingresos, sino que se centran en la posesión de bienes y activos duraderos. Además del acceso a mejores oportunidades de trabajo bastante limitadas.
Basándose en estos elementos, nace el Índice de Pobreza Multidimensional (IPM) que mide la incapacidad de una persona de obtener las normas mínimas en los indicadores relacionados con sus actividades básicas, es decir las mínimas condiciones para poder mejorar su calidad de vida a través del propio esfuerzo.
El Índice es utilizado por los gobiernos para brindar soporte y mejor uso de sus recursos a las políticas focalizadas en la reducción de la pobreza, a través de políticas más especificas en sectores como la educación, salud y otros relacionados a sus estándares de vida.
Con el IPM se pueden producir estadísticas oficiales de pobreza multidimensional, identificar patrones de privación en cuanto a acceso a servicios básicos, comparar grupos subnacionales como: departamentos, áreas, regiones; comparar la composición de la pobreza en diferentes áreas geográficas o grupos sociales, reportar las tendencias de la pobreza a lo largo de los años, monitorear los avances en los indicadores particulares que componen el índice y focalizar regiones geográficas u hogares para propósitos de política particulares.