“Importantes cambios relacionados al desarrollo de capacidades técnicas para llevar adelante programas de reducción de pobreza y la coincidencia de diversos actores en que la articulación y el cambio de sistemas de capacitación con pertinencia cultural, me hace pensar de que se puede establecer una estrategia más global en torno a reducción de pobreza y seguridad alimentaria”, significó el coordinador para América Latina de la organización Trickle Up de las Américas (TUA), Jorge Coy quien estuvo realizando una evaluación de los grupos de ahorro conformados en el marco del Programa Conjunto de Seguridad Alimentaria y Nutricional (PCSAN).
La organización Trickle UP trabaja con el Gobierno de Paraguay a través de la Secretaria Técnica de Planificación del Desarrollo Económico y Social (STP) en cuestiones concretas de asistencia para equipos técnicos de la STP, en virtud de un acuerdo firmado en el 2016.
“Creo que ha habido cambios en poco más de dos años en la STP y las instituciones que aglutina como aliados en los programas que lleva a delante. Han desarrollado muchas capacidades técnicas para avanzar en programas de reducción de pobreza”, sostuvo Coy.
En ese sentido, puntualizo que “hoy se habla un lenguaje común que antes no se hablaba, se habla de que se han creado métodos y herramientas y sistemas de capacitación con pertinencia cultural y eso generalmente no se considera al nivel en que esta la STP como parte de la administración pública. Creo que es un avance importante, me parece que ha habido mucho desarrollo en este tiempo”. Agregó también que “nuestra cooperación fue también para los grupos de ahorro”.
Por el lado del que recibe el servicio del gobierno – dijo – ha habido avances importantes y uno de los grandes retos que tenemos para los que trabajamos en el establecimiento programas de reducción de pobreza es pasar de un enfoque de dependencia a un enfoque productivo, un enfoque de cómo crear acciones de las propias familias para emprender el camino fuera de la pobreza. Eso se ha dado también en Paraguay. Las familias tienen esa visión no de recibir sino de operar con sus propios recursos.
Por otro lado, refriéndose al nivel de actores políticos, profesionales técnicos o tecnócratas que pertenecen a las instituciones aseveró que existe una coyuntura interesante, una restructuración donde las experiencias, las capacidades que se han creado, y las evidencias formadas pueden contribuir a que esto se haga a otros niveles con mucho más gente, lo que se llama a escala o replica. “Por eso creo que tienen los insumos, los elementos y materiales para pensar en que es necesario replicar con muchas más personas para que a mediano plazo 3 o 4 años se cree una política pública más desarrollada que en otros países que permita proveer servicios más complementarios con las instituciones basados en el gran reto de articulación pública”, remarcó.
En ese contexto, destacó que “muchos de los actores con los que pude conversar están pensando lo mismo: articulación pública y cambio de sistema. Por ello, creo que se puede establecer una estrategia más global: reducción de pobreza, reducción del hambre, seguridad alimentaria ya que muchos de los actores con los que conversamos ministerios, técnicos y ministros -en algunos casos- están enfocados en lo mismo y es un momento que hay que aprovechar y hacer efectivo”.