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Cada 30 de septiembre se recuerda el Día Internacional del Intérprete y traductor en conmemoración del fallecimiento de San Jerónimo de Estridón, patrono de esta profesión. La Secretaría Técnica de Planificación del Desarrollo Económico y Social (STP), cuenta con 10 intérpretes en su Centro de Relevo. Todos ellos se dedican a transmitir mensajes entre las personas sordas y oyentes. Esta importante función permite que se dejen de lado las limitaciones y hacen que los usuarios con discapacidad auditiva sean personas más independientes.
Historias de algunos protagonistas
German Rodríguez es supervisor de calidad en el centro de Relevo de la STP desde la apertura del mismo en el 2013. El cuenta que aprendió la lengua de señas por la necesidad de comunicarse con sus padres, ya que ambos son sordos. En su caso particular la motivación principal fue poder llegar a ellos.
Comentó que se siente contento por ser parte del grupo humano que trabaja en el Centro de Relevo para romper las barreras de comunicación.
“En el Centro hacemos como puente de información gracias a los intérpretes que están capacitados y hacen la comunicación entre sordos y oyentes. Ellos ya no dependen del humor o del favor de otras personas, tienen la libertad de hacerlo por sí mismos. Las personas sordas, no por tener un problema de comunicación con su entorno son menos que las demás. Todos ellos pueden desempeñarse y hacer lo mismo que vos o yo” finalizó.
Rut Peralta trabaja como intérprete desde hace 2 años en la STP, fue imprescindible para ella aprender la lengua de señas, ya que sus padres son sordos. “Tenía la urgencia de comunicarme con ellos para que entendieran mis necesidades” dijo.
“Para mí no es una ayuda hacerles llegar un mensaje o transmitirlo, me parece un derecho que ellos poseen. A mí me hace sentir muy bien poder darles esa comunicación. Desde mi experiencia cuando era niña yo debía cumplir ese papel, debía transmitirles las llamadas a mis padres y hacerlas en nombre de ellos. En este caso es profesional, las personas son más independientes, pueden llamar a quien sea” dijo.
Marcio Encina, intérprete, dice que está en la STP desde el 2013 y decidió aprender la lengua de señas porque lo considera una experiencia nueva que muchos desconocen.
Según cuenta, aprendió a través de varias personas. Marcio era amigo de los hijos de un matrimonio sordo, y en una visita a la familia supo que la pareja contaba con esta discapacidad. El quería comunicarse con ellos y decidió que era tiempo de aprender.
Siente gran satisfacción porque puede ser parte del cambio en la comunidad para construir un proceso comunicacional. Considera al Centro de Relevo como un avance y una facilidad para las personas porque gracias a la tecnología ya no es necesario salir de sus casas para acceder a los servicios.
“Le digo a la gente que se anime, ya que tienen miedo a lo que no conocen. No es difícil, muchas de las expresiones o señas las usamos comúnmente y no nos damos cuenta” dijo.
Irma Ortiz, aprendió la lengua de señas porque en un grupo de estudiantes del que ella formaba parte, estaba una persona sorda, quería poder entenderlo entonces comenzó a estudiar con él.
“Al inicio cuando empecé a insertarme en el tema de la interpretación no tenía familiares sordos. Luego de un año conocí a un muchacho sordo con quien luego de un tiempo me casé y ahora sí” cuenta.
Irma se siente un medio, una persona que le da un espacio a los oyentes y a las personas sordas para poder conectarse.
El centro de relevo para ella es comunicación accesible, es un espacio personal donde las personas con discapacidad auditiva no deben depender de otros.
Sin duda, ser intérprete requiere de ciertas cualidades como compromiso, responsabilidad, profesionalismo, respeto y tolerancia. El Centro de Relevo está conformado por profesionales que se dedican día a día a demostrar que con la lengua de señas, todos somos iguales.