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Charlas, elaboración, demostración y degustación de alimentos a base de productos hortícolas, fueron varias de las tantas actividades llevadas a cabo en los diversos distritos del país, donde trabaja el programa nacional de voluntariado profesional y servicio cívico AROVIA, en ocasión al Día Mundial de la Alimentación, conmemorado hoy 16 de octubre.
En este contexto, además mediante voluntarios del programa se sumaron a las acciones, niños, jóvenes, productores feriantes, profesionales del área de la salud y otros, quienes se suman al trabajo en conjunto para cumplir con el desafío propuesto en el objetivo 2 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible 2030 (ODS), referida a seguridad alimentaria.
AROVIA dentro de su línea de intervención social, contribuye, siempre, con acciones que guardan relación con el tema, tales como, el fomento de la agricultura familiar, por medio de la instalación de huertas familiares y escolares.
Trabaja junto con los pobladores en el aprovechamiento de recursos disponibles en territorio, a través de espacios de capacitación, diversificación de la producción y otros.
Promueve, asimismo, la instalación de ferias agropecuarias, donde a su vez fomenta la asociatividad, empoderando especialmente las mujeres rurales, generando con esto ingresos adicionales a las familias participantes.
Por otro lado, el programa se vincula con aliados estratégicos, como la academia, a través de servicios en el ámbito nutricional, así como espacios de capacitación sobre elaboración de alimentos y charlas sobre alimentación saludable, entre otros.
El programa desde la Secretaría Técnica de Planificación del Desarrollo Económico y Social (STP), forma parte igualmente de la mesa interinstitucional, encabezada por la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) Paraguay, para la realización de las actividades en torno a esta conmemoración internacional.
AROVIA es la primera experiencia nacional de voluntariado impulsada desde el gobierno, a través STP, que trabaja en comunidades vulnerables, instalando jóvenes profesionales que dedican 100% de su tiempo llevando adelante procesos de desarrollo comunitario.
En el marco de sus acciones trabaja bajo un enfoque participativo y con una mirada multidimensional de la pobreza, formando paralelamente una nueva generación de líderes capaces de gestionar nuevas y mejores políticas públicas para el desarrollo y construcción del país.
Es además la primera experiencia de su tipo en América Latina, y fue reconocida como una de las 20 mejores innovaciones sociales de la región en el IV Encuentro Latinoamericano de Innovación Social desde el Sector Público (ELIS).