Rossana Cuquejo voluntaria del programa AROVIA, fue la delegada para contar sobre su experiencia como tal, en una edición más de GRAMO conversaciones en la ciudad de Asunción, siendo ésta la primera presentación de las acciones del voluntariado nacional en este espacio.
Hablar sobre la realidad de una comunidad en situación de pobreza, desde la experiencia de convivir a diario con los poblares no ha sido una tarea fácil, sin embargo con la firme convicción de aportar al desarrollo del país, tanto Rossanna como otros tantos voluntarios, hoy se encuentran distribuidos en más de 30 comunidades vulnerables de 5 departamentos del país acompañando procesos de desarrollos comunitarios.
“Venimos trabajando, un grupo de 30 voluntarios de diferentes carreras, en 30 comunidades vulnerables, siendo agentes de cambios”
“Llegamos a más de 1000 beneficiarios, referentes locales, los empoderamos, instalamos capacidades para que esto perdure, más allá de nosotros en la comunidad, sino que siga replicándose y que ellos mismos se empoderen para ser los protagonistas de su desarrollo”, significó.
En tan solo 8 meses de convivir en la comunidad de San Isidro Oeste, Curuguaty del departamento de Canindeyú, Rossanna comparte importantes avances con pobladores de la zona, como la instalación de oportunidades de formación a través de la alfabetización de jóvenes y adultos, dada gracias a la articulación con el Ministerio de Educación y Cultura (MEC).
Al respecto, resaltó que no solo se abocan a la lectura y a la escritura, sino que además conocen sobres sus derechos, de las ofertas públicas y privadas y de cómo acceder a ellas.
Por otro lado mencionó, que “con las mujeres trabajamos con 5 comités, cuando al inicio solo había 1, desde cursos para que sepan cómo manejar los comités, fortaleciéndolos cada vez más. Hoy ellas pueden hacer un diagnóstico de cuáles son sus necesidades, a qué proyectos pueden acceder como mujeres trabajadoras”.
“A mi llegada a la comunidad, los jóvenes estaban desorganizados, hoy tenemos un comité juvenil que busca la participación activa de los mismos desde su problemática real, en los ámbitos de salud, educación, economía, generamos espacios de capacitación laboral”, indicaba sobre los jóvenes en la comunidad.
Acciones éstas que han dado igualmente un salto importante en su gestión comunitaria, como la oportunidad de que 3 de éstos jóvenes hayan accedido a cargos públicos y que ya se encuentran trabajando.
Ya en la etapa final de su presentación, la voluntaria invitó al público presente, a ser parte de estos procesos, a construir, a cambiar desde lo que son, un país mejor.
Gramo es una plataforma de conversaciones en la que referentes comparten ideas del Paraguay del mañana que se está gestando hoy.
El programa AROVIA como propuesta innovadora, impulsado desde el estado, trabaja en comunidades vulnerables, instalando jóvenes profesionales que dedican 100% de su tiempo llevando adelante procesos de desarrollo comunitario.