La implementación de las casas de semillas, la formación de los grupos de ahorro y la instalación de las producciones agropecuarias, se destacan como logros importantes del Programa Conjunto de Seguridad Alimentaria y Nutricional (PCSAN), de Sembrando Oportunidades, liderado por la Secretaría Técnica de Planificación del Desarrollo Económico y Social (STP).
Las actividades desarrolladas en territorio en el marco de PCSAN se llevaron a cabo durante 7 meses a través de los promotores indígenas y no indígenas quienes acompañaron diariamente a las familias participantes en la conformación de los grupos de ahorro. Se instalaron 48, a 4 de ellos se acompaño hasta el cierre en el departamento de Caazapá, los 44 se seguirá fortaleciendo el proceso de ahorro y crédito.
También se hizo entrega de capital semilla para emprender sus respectivas actividades productivas.
Las producciones agropecuarias se llevaron adelante según el calendario estacional característico de la región Occidental o Chaco y la región Oriental, así como otras acciones previstas en el Plan Operativo Anual (POA).
Las actividades en territorios fueron implementadas considerando la estrategia de abordaje en territorio donde se han considerado las consultas previas, el proceso de graduación, la cultura los seis pueblos indígenas con enfoque de derechos, género e interculturalidad.
Con el PCSAN se inició la contribución al empoderamiento y a la protección de la población vulnerable, en las comunidades priorizadas, para favorecer a la seguridad alimentaria y nutricional de sus habitantes, poniendo énfasis en las condiciones de vida de las mujeres, niños y niñas, especialmente en aquellas poblaciones afectadas por crisis ambientales y desastres como el Chaco en el distrito de Irala Fernández; en Caaguazú en los distritos de Yhú y Raúl A. Oviedo y en Caazapá, en los distritos de Abai y Tavai.
También con este programa se construyó una base, una plataforma interesante de abordaje de Políticas de desarrollo en territorio. Actualmente existen familias motivadas, comprometidas con el trabajo para ir derribando los patrones de la pobreza mental y física.
El programa demostró que cuando se juntan compromiso y recursos es posible soñar que a largo plazo se puede lograr la seguridad alimentaria, “JAIKOPORAVE HAGUA” como reza el lema del mismo.