En el marco de la conmemoración del Día de la Mujer Paraguaya, el programa, Pobreza, Reforestación, Energía y Cambio Climático (Proeza), ha iniciado un plan de capacitación de género del proyecto. Las capacitaciones están a cargo de la especialista en género, Gabriela Schvartzman.
El plan se desarrolla con una serie de talleres junto al equipo del proyecto, que tiene como objetivo el logro de las metas de igualdad de género en Proeza.
Este 24 de febrero se conmemora el Día de la Mujer Paraguaya, una oportunidad para valorar y visibilizar el aporte histórico de las mujeres en la sociedad paraguaya, desde los ámbitos económico, político, social, cultural y ambiental. En particular, es importante hacer énfasis en las mujeres de las zonas rurales, donde la brecha de género está más acentuada.
En la fecha se realizó un taller, en el cual se dialogó entorno al aporte de las mujeres rurales en la producción de alimentos, que es fundamental para mantener la seguridad alimentaria de las familias y las comunidades, la organización comunitaria y la reproducción de la cultura campesina.
Igualmente las brechas de género en el campo, las mujeres rurales enfrentan múltiples dificultades estructurales que las ubican en posiciones de desventaja y vulnerabilidad, poniendo en riesgo el cumplimiento de sus derechos y limitando su poder transformador para el desarrollo rural.
Así también en cuanto a la situación de las mujeres indígenas en el marco de los derechos territoriales y la tenencia de la tierra la situación de vulnerabilidad es más compleja. Datos del último Censo Indígena del año 2002 indican que solo el 54% de las comunidades indígenas asentadas en sus propios territorios poseen títulos de propiedad.
Por lo general las mujeres rurales se encuentran en desventaja en cuanto al acceso y control sobre los recursos forestales y a la disponibilidad de oportunidades económicas. Las actividades forestales suelen estar diferenciadas por género: mientras que los hombres suelen estar interesados en los árboles con fines comerciales, las mujeres son más proclives a favorecer los productos forestales para la subsistencia, como para la alimentación, leña, forraje y mejorar la fertilidad del suelo.
Proeza apunta a generar un importante impacto en la reducción de las brechas de género vinculadas al cambio climático, generando condiciones igualitarias de participación para las mujeres rurales en el acceso y control de los activos y recursos naturales y productivos, la información y el conocimiento.
La igualdad de género y el empoderamiento de la mujer son indicadores que aseguran el cumplimiento de los objetivos de manera sostenible y equitativa. Para el efecto se tiene previsto beneficiar con la implementación de sistemas de producción agroforestal climáticamente inteligentes y bosques plantados multifuncionales a 17.100 familias que viven en la pobreza y la pobreza extrema en la zona del proyecto afectada por el cambio climático. Un criterio del proyecto es que el 50% de estos hogares tengan a mujeres campesinas e indígenas como jefas de hogar.
Además, en 7.500 hogares se introducirán cocinas mejoradas que beneficiarán a la familia y principalmente a las mujeres, reduciendo su exposición a un alto nivel de emisiones y reduciendo la carga de tareas domésticas vinculadas con la elaboración de alimentos.