Fuente: Diario La Nación
El ministro secretario ejecutivo de la Secretaría Técnica de Planificación del Desarrollo Ecómico y Social (STP), José Molinas Vega, realiza una evaluación sobre la tarea desarrollada durante este año, a partir de los proyectos ejecutados. Afirma que en cuanto a la reducción de la pobreza se está avanzando y ratifica que no se parará el trabajo hasta erradicarla. Brinda una reseña sobre la situación del Paraguay y sostiene que el país impulsó grandes avances en torno al problema social, logrando reducir un gran porcentaje. “Queremos ver mayor capital del sector privado destinado a infraestructura púbica”, dijo como vía para la generación de fuentes laborales.
–¿Cuál es la evaluación que se realiza desde la Secretaría Técnica de Planificación del Desarrollo Económico y Social durante este año?
–Nosotros hemos tenido logros institucionales de gestión muy significativos al inicio de nuestra administración en el MECIP, que es el modelo Estándar de Control Interno del sector público. Teníamos un puntaje deficiente al inicio de 2,3, ahora estamos cerca de 5; hemos sido reconocidos dentro del premio a la calidad por la gestión estratégica y de recursos humanos y eso está en la base de los logros que estamos notando dentro de la implementación del Plan Nacional de Desarrollo en el día a día, en las estrategias sobre la reducción de pobreza, en la formulación del dinamismo plasmado en las Alianzas Público Privadas, en el acercamiento que estamos teniendo con la ciudadanía en este proceso de Gobierno abierto y transparente, en el acercamiento a la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económico.
–¿Hubo proyectos que no se lograron concretar desde la institución?
–Estamos avanzando en diferentes frentes y lo estamos haciendo dentro de una medida sostenida. No hay proyectos no concretados, sino que se encuentran en proceso de concreción; por ejemplo, en la reducción de pobreza se avanza, y no vamos a parar hasta que el país pueda erradicarla. En el 2011 estábamos en el 18 por ciento de la población, en el 2015, 9,9 por ciento y nuestro objetivo es ahora erradicar por debajo 3 por ciento para el año 2030. En cuanto a la transparencia aún queda avanzar ya que nos resta implementar las acciones del plan referente al Gobierno Abierto, la consolidación de los consejos de desarrollo a nivel municipal, la consolidación de los sistemas de denuncias en casos de corrupción y la mayor utilización de los datos que se encuentran disponibles de las instituciones públicas para monitoreos ciudadanos.
–¿Cuál es la expectativa para el próximo año?
–Continuar profundizando en nuestra línea de trabajo. En cuanto a la reducción en el área de la pobreza, el próximo año va a ser un trabajo de consolidación con todas las familias que se encuentran en el programa Sembrando Oportunidades, así como la de los proyectos productivos. Queremos ver mayor capital del sector privado destinado a la infraestructura pública. El 2017 será un año electoral, pero nos gustaría que la sociedad se empodere y les pida a los candidatos de los distintos partidos políticos que vayan incorporando en sus propuestas de plataforma electoral las estrategias de como harán para avanzar las agendas que se van desarrollando desde la institución. Otra meta es consolidar con un mayor acercamiento con la Organización de Cooperación de Desarrollo Económico (OCDE), que es un centro basado en las buenas prácticas que nos permitirá fortalecer y generar mayor institucionalidad para preservar los logros que ya hemos tenido como sociedad y poder acelerar la agenda ambiciosa que el país se ha trazado.
–¿En qué consiste el programa Sembrando Oportunidades?
–Es una estrategia integral que busca reducir la pobreza extrema a través de diversos mecanismos como, por ejemplo, la identificación de familias que se encuentran en esta situación. Una vez que se los reconoce se los conecta a todos los servicios sociales, como Tekoporã, la de salud, educación, pensiones alimenticias para adultos mayores, apoyo productivo entre otros.
–¿Cuánto se invirtió en el programa Tekoporã?
–La inversión del programa es la suma presupuestada por estos programas específicos, básicamente la inversión ha sido cerca de 200 mil millones de guaraníes, mientras que en el programa de transferencia de adultos mayores ha sido cerca de 500 mil millones de guaraníes, en la atención primaria de la Salud ha sido cerca de 180 mil millones de guaraníes, hay una serie de líneas programáticas. Si consideramos todo esto, para el combate a la pobreza se ha invertido cerca de 400 millones de dólares.
–¿A cuántas familias actualmente han beneficiado?
–El programa de Tekoporã está llegando a 140 mil familias. En cuanto al programa de adultos mayores llega 180 mil personas aproximadamente, los programas de entregas de kits escolares y atención primaria de la salud están llegando a una gran parte de la población.
–¿Dónde se centraría con más fuerza este problema?
–Es importante saber que la población que se encuentra en extrema pobreza es de 687 mil a nivel nacional, mientras que la población en pobreza total ronda cerca de los 1 millón y medio. Esto es un problema el rural; el 75 por ciento de los pobres extremos se encuentran en esa zona, especialmente en Caazapá, Caaguazú, Concepción, San Pedro y Canindeyú.
–¿Por qué cuesta tanto combatir la pobreza?
–Es un problema complejo, donde existe muchos prejuicios sociales. Muchas veces la infraestructura del área rural no ayuda ya que varias zonas son de difícil acceso. Se debe ir ordenando el proceso migratorio rural urbano que se está concentrando en los bañados, en los asentamientos del Área Metropolitana que, si bien a estar allí cuentan con mayores ingresos económicos, pero no tienen las condiciones de vidas que deben ser las ideales en un contexto de dignidad. Definitivamente, hay procesos que llevan tiempo en ser implementados.
–¿Cuánto ha disminuido la pobreza durante estos últimos años?
–Desde el 2012 hasta el 2015 que fue la última medición indica que tenemos menos de 230 mil pobres en el país. La pobreza total pasó de 27 por ciento al 22 por ciento y la pobreza extrema de un 13,8 por ciento a un 9,9 por ciento. Debemos diferenciar entre ambas problemáticas; en la pobreza extrema se encuentran las personas que no tienen los ingresos para costearse la canasta de los alimentos y la pobreza total que le incluye a la pobreza extrema ya no tienen ingresos para llegar a algo como la vestimenta, la educación o salud.
Nota original: http://bit.ly/2i9NSh9