Con el apoyo de la Fundación Servicio País de Chile, el programa nacional de voluntariado Arovia trabaja en la implementación de un sistema de monitoreo y registro de información. Este sistema permite dar seguimiento a las acciones, sistematizar los resultados y recoger de manera ordenada las lecciones aprendidas por los 15 primeros voluntarios de Arovia, que hoy conviven con poblaciones vulnerables y apoyan la estrategia de articulación territorial de Sembrando Oportunidades.
Andrea Zabaleta es Coordinadora de monitoreo y control de gestión del Programa Servicio País de la Fundación para la Superación de la Pobreza de Chile. Ella estuvo en nuestro país para asesorar al equipo humano de la Secretaría Técnica de Planificación (STP) y de la Secretaría Nacional de la Juventud (SNJ) responsable de la implementación del programa nacional Arovia, que justamente se basa en las experiencias exitosas tanto a nivel local como internacional.
En ese sentido Servicio País de Chile, lleva 20 años acercando a jóvenes profesionales chilenos de diferentes carreras, al trabajo voluntario a comunidades en contexto de pobreza y vulnerabilidad. Estos voluntarios trabajan con las poblaciones para el desarrollo de competencias personales y sociales, que les permitan encaminar su progresiva salida de la pobreza.
“Todo esto requiere un sistema en el cual se vaya tanto registrando la información como haciendo monitoreo, es decir viendo durante el proceso si aquellas metas y propósitos que se propusieron se están cumpliendo o no y si se necesitan algunas adecuaciones para poder llegar al objetivo”, explicó Zabaleta.
En efecto, la asesoría de Andrea Zabaleta se basó en la transferencia de capacidades al equipo técnico paraguayo para la construcción de un sistema de monitoreo, seguimiento y aprendizaje para el programa Arovia, que permita generar reportes de avances y de gestión, y además aprender del proceso de implementación mediante evaluaciones sistemáticas y ordenadas.
Explicó que Servicio País, programa que ya envió a tres voluntarios chilenos a Paraguay, utiliza también un sistema informático como herramienta para la planificación del seguimiento y de la gestión en territorio.
“En nuestra experiencia, este sistema nos ayuda por una parte a registrar la información de todo lo que está pasando en las intervenciones, de modo que después podamos identificar y replicar las experiencias exitosas que tengamos en las comunidades, y por otra parte, nos permite también asesorar a los voluntarios en la implementación de las actividades que vienen haciendo con las familias”, puntualizó.
La cooperante agregó que el sistema de monitoreo es, además, una fuente de información valiosa que posibilita la difusión de las actividades, proyectos encaminados, resultados y logros alcanzados gracias al trabajo de los voluntarios allí donde suceden las cosas.
Remarcó que la difusión de las experiencias puede animar y motivar a otros jóvenes a incorporarse al reto de ser un voluntario profesional y contribuir con su trabajo al cumplimiento de derechos de las familias y personas vulnerables.
Esta misión de trabajo fue posible gracias al apoyo del Fondo Chile Contra el Hambre y la Pobreza, institución que viene trabajando comprometidamente con el gobierno paraguayo en el fortalecimiento de capacidades técnicas de las instituciones públicas responsables de promover, proteger y garantizar derechos a la población vulnerable a través de sus políticas públicas.