El top end del liderazgo norteamericano, John Maxwell, se encuentra realizando charlas motivacionales en nuestro país, pregonando que una vida de significación en la que pequeños cambios a nivel personal pueden transformar grupos, comunidades y, finalmente, el país.
El equipo del Dr. Maxwell desarrolló un contenido de liderazgo transformacional específicamente adaptado a la cultura y necesidades de nuestro país. En agosto del 2015, visitó el Paraguay por segunda vez para presentar la iniciativa a líderes del Gobierno, empresas, iglesias, instituciones educativas, medios de comunicación, de deportes y de la familia. Desde ese tiempo viene potenciando el Plan Nacional de Capacitación que se inicia este mes.
Más de 200 entrenadores forman parte del programa de entrenamiento, que dura 15 semanas, con la metodología de mesas redondas, a fin de que, paulatinamente, se vayan incorporando a la vida cotidiana valores, como la honestidad, la actitud positiva y el trabajo duro.
Luego de los saludos de rigor, Maxwell recordó cómo se dio su incursión en el campo del liderazgo. “Cuando joven estudiaba a la gente exitosa, y me preguntaba una y otra vez qué era lo que hacían estas personas para lograr ese nivel de notoriedad. Llegué a la conclusión de que todo depende del liderazgo y que la mejor persona, la gente más exitosa, tiene la habilidad no solo de que le vaya bien a ellos, sino que también a quienes les rodea. Si yo no soy un líder, pero soy bueno en lo que hago, entonces puedo llegar a tener cierto grado de éxito, aunque esto no garantiza ningún tipo de multiplicación, energía, dinero, de tocar otras vidas y transformarlas. Pero si soy un líder, puedo atraer a otras personas y ejercer influencias positivas sobre ellas, y, en este caso, el cielo es el límite… De esto me di cuenta cuando tenía 27 años, hoy en día tengo 68; llevo 41 años enseñando a la gente cómo ser un buen líder”.
-¿Cuáles son los desafíos que enfrenta nuestro país en materia de liderazgo?
-Creo que hay tres desafíos que el Paraguay enfrenta y ocurre en la mayoría de los países: las personas no viven de manera intencional, aceptan sus vidas y no las conducen. Vamos a estar motivando a vivir una existencia un poco más intencional, esto es muy posible, muy alcanzable. Si podemos enseñar buenos valores y pueden aplicarlos, entonces vamos a levantar su vida en la sociedad y la de las personas que le rodean. Si comienzo a conducirme mejor en el área de la integridad y la honestidad, el país se va a ver beneficiado; si soy laborioso, trabajo duro, esto va a ayudarme a mí y a otros.
– ¿De qué manera?
– Ser positivo es una actitud que marca la diferencia. Hace que la vida sea más agradable, pero no estamos imponiendo actitudes sobre lo que creemos que es mejor, sino, más bien, tomamos la idea de los paraguayos, sus valores, realidades y trabajamos sobre lo que quieren cambiar. Esto se llama liderazgo que sirve. Significa: yo se dónde voy y que tengo un plan. Nuestro mejor liderazgo viene de hacer preguntas, de averiguar cuáles son las necesidades, lo que uno busca para su vida. Queremos que el pueblo del Paraguay viva de manera muy intencional, con buenos valores, porque esto va a levantar sus vidas y al país. Es lo que llamamos una vida significativa y la misma se trata de agregar valor a otras personas, de preguntarse uno mismo, todos los días, qué puedo hacer para servir a los demás, qué puedo realizar para que la vida de otro sea mejor y, cuando eso ocurra, van a suceder los cambios en el Paraguay.
-Es un objetivo muy grande.
-Es un objetivo muy grande, pero es posible porque hay buenas personas. Estoy trabajando con gente maravillosa; tenemos mucha esperanza porque el pueblo de Paraguay quiere una transformación, desea una diferencia. Nosotros no podemos hacer el trabajo por ustedes, pero sí podemos hacerlo con ustedes.
-El trabajo de liderazgo, ¿sería más efectivo si se empieza en la casa, desde niño?
-Totalmente de acuerdo contigo. El cambio es mucho más fácil para la gente joven. La última vez que visité el Paraguay hablé ante 6000 jóvenes, quienes están listos para modificar. Apostamos a ellos porque tienen energía, deseos de ver cambios. Luego nos dedicamos a la gente de influencia del país, porque esta se filtra para abajo, no para arriba. Hemos sido muy estratégicos con nuestro plan, hemos pasado mucho tiempo con la juventud y con el liderazgo de la etapa superior del país. Es así como el cambio ocurre.
-Hay líderes negativos y positivos, ¿cómo diferenciar?, ¿cómo lograr la excelencia?
-Todo sube o baja dependiendo del liderazgo. Si usted tiene un buen líder, esto va a levantar el país. Si usted tiene un mal líder, va a lastimar al pueblo porque tiene poder. Creemos que los buenos líderes les agregan valor a las personas y todos se ven beneficiados.
– ¿Cuáles son las características más importantes de un líder?
-La característica principal de un líder es que hace la vida mejor para otras personas. La única razón para liderar es, en realidad, levantar a las personas, agregar valor a las personas. Si un líder cumple con esa responsabilidad, está en el camino correcto. Si no cumple, está siendo egoísta, usando a la gente para su beneficio; está mal utilizando el liderazgo y muchos lo hacen para su propia ventaja y su propio provecho. Las personas que son egoístas nunca van a construir una sociedad fuerte, las personas que no tienen buenos valores nunca tendrán la estabilidad para continuar haciendo lo correcto, las personas que no viven de manera intencional nunca van a alcanzar lo mejor para sí mismos y decidir lo mejor para sí mismos.
-Tiene esperanza en que las personas egoístas pueden cambiar.
-Totalmente. Va a ocurrir. Los principios de liderazgo funcionan y, además, el pueblo paraguayo quiere esto y eso es maravilloso. Mucha de la esperanza que tengo es gracias al pueblo paraguayo.
-¿Cuáles son las claves motivadoras para lograr el objetivo final?
-Trabajo en equipo, no se puede hacer esto solo. Visión, uno tiene que saber adónde quiere ir, tener un plan. Capacitación, hay que capacitar a la gente. Intencionalidad, uno debe permanecer enfocado, ser continuo; es un trabajo de todos los días hasta que se convierte en modo de vida. Y, finalmente, personas. Aquí hay un gran equipo que va a hacer que esto continúe.
-¿Vive en la sociedad que siempre soñó?
-Cuando era joven, no sabía lo que quería de la sociedad… Esto es lo que sí sé: la vida es muy difícil, muy despareja, sorprendente. Mucho de lo que me pasa en la vida no puedo controlar, pero la satisfacción está en hacer bien las cosas que uno puede controlar. Lo que estamos realizando en el Paraguay es ayudar a pensar correctamente en cómo servir a otros, cómo agregar valor a otros; hay personas que quieren hacer cosas positivas.
-¿En su familia hay líderes?
-Mi padre es un excelente líder y sigue vivo, tiene 94 años. De niño veía el efecto positivo que tenía sobre la gente y me dio un deseo de hacer lo mismo.
-¿Ya percibió muchos cambios a lo largo de 41 años?
-He capacitado a millones de líderes, como cinco millones en todos los países del mundo. Somos la única organización que ha logrado esto y he visto la influencia positiva que se ha generado. Todos los días ayudo a las personas.
-¿Cuántos libros tiene editados?
-Muchos libros: 102. Uno tiene que ser viejo para hacer este trabajo, publicar tantos.
-¿Su familia también trabaja en esto?
-Tengo hijos que trabajan en la compañía. Mi yerno y todos en la familia acompañan los logros, celebran conmigo y eso es maravilloso. Mi esposa, Margaret, y yo hemos estado casados por 47 años, tenemos dos hijos y cinco nietos.
-Muchas gracias por su tiempo. Esperamos ver cambios en el país.
-La transformación está en uno, pequeños cambios a nivel personal pueden transformar grupos, comunidades y, finalmente, el país.
En la actualidad, John Maxwell está entre los líderes más destacados a nivel internacional en el ámbito profesional, empresarial, académico y de asesoramiento en diversos campos.
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FUENTE: ABC Color
